DRONES EN LA AGRICULTURA
Una gran ayuda para afrontar los desafíos de las cosechas.
Los daños que está produciendo el cambio climático, muchas veces irreversibles, están obligando a trabajar sin descanso en la continua mejora de la tecnología aplicada a la industria agrícola. Es entonces cuando los RPAS entran en juego. Y no solo en agricultura, la lista de trabajos con drones en los diferentes sectores es abrumadora.
Gracias al uso de drones en la agricultura, las empresas agrícolas pueden satisfacer la demanda cada vez más cambiante y exigente, que obliga a los agricultores a tener que tomar decisiones complejas de las que depende el éxito de sus cosechas. Y es que las pequeñas aeronaves no tripuladas están suponiendo un avance importante en la agricultura de precisión.
Hoy queremos hablarte de los drones en la agricultura; veremos la gran cantidad de usos y ventajas que nos ofrece esta eficaz combinación de drones y agricultura.
¡Comenzamos!
Además de la gran ayuda que supone el uso de drones durante la evolución de los cultivos, gracias a toda la información que aportan, contar con estas pequeñas aeronaves no tripuladas contribuye a una disminución de los costes de producción.
Y es que los drones hacen un rastreo por toda la extensión agrícola en minutos, evitando así el gasto de tiempo y combustible que, hasta ahora, tenía que asumir el agricultor en la consecución de tareas rutinarias.
Con esta buena noticia, veamos todo lo que pueden hacer los drones en los campos.
Los drones agrícolas están dotados con cámaras con potentes sensores capaces de recopilar datos útiles sobre las condiciones del suelo, tanto su calidad como la deficiencia de nitrógeno o, incluso, las zonas muertas del propio suelo.
La toma de datos es posible gracias a la termografía, la tecnología multiespectral e hiperespectral.
Esta información ayuda al agricultor a poner en marcha programas de plantación y manejo de los cultivos de manera mucho más eficiente.
No es un uso de drones en agricultura todavía muy extendido, pero cada vez son más las explotaciones agrícolas que apuestan por esta manera de sembrar los campos.
Lo único que debe hacer el agricultor es dejar preparada la tierra; después, el piloto de drones dirigirá la aeronave no tripulada disparando vainas de semillas sobre el suelo.
Cabe destacar que este uso de los drones en la agricultura supone un importante ahorro de los costes que tradicionalmente han acompañado en el proceso de la siembra de semillas, en especial el tiempo empleado además del trabajo manual.
Con una tecnología similar a la utilizada para analizar el suelo, los drones son capaces de detectar con mucha precisión las enfermedades que sufren los cultivos herbáceos, además de encontrar malezas que pueden ser las causantes de estos problemas.
La información que recoge el dron es analizada por el software, seleccionando los cultivos dañados sobre los que aplicar medidas de control de alta precisión.
Y en las plantaciones de árboles, además de identificar los ejemplares dañados, el dron puede etiquetarlos con la enfermedad que padecen.
Una de las ventajas de los drones que hacen este trabajo, es que pueden detectar y diagnosticar a tiempo problemas de infecciones, antes de que se extiendan y se conviertan en una complicación generalizada de toda la plantación.
Las explotaciones agrarias de grandes dimensiones siempre suelen tener problemas con la distribución del agua durante el riego. Gracias a las cámaras térmicas que llevan incorporadas los drones agrícolas, pueden detectar las zonas que reciben poca humedad, o ninguna.
En los momentos de estrés hídrico, las plantas cierran sus estomas; esto produce un incremento de la temperatura que es captado por las imágenes de la cámara térmica del dron.
Estas inspecciones pueden salvar cosechas enteras al poder diseñar una mejor distribución del riego, con el fin de maximizar el drenaje evitando la acumulación de agua, entre otras correcciones que puede poner en práctica el agricultor.
La agricultura de precisión está creciendo a ritmos acelerados en los últimos tiempos. Y es que gracias a los datos que aportan los drones en la agricultura, la toma de decisiones y el diseño de estrategias por parte de los agricultores, es mucho más segura.
Además, la tecnología que acompaña a los drones agrícolas ha experimentado una importante bajada de precio en los últimos años. Esto ha democratizado la adquisición de drones por parte de las industrias agrícolas.
Ante la inminente evolución de esta tecnología en el sector agrícola, se prevé un notable crecimiento en la necesidad de operadores de drones con amplios conocimientos en las técnicas de la agricultura de precisión.